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El Instituto Escuela Costa y Llobera, primer instituto escuela de la ciudad

27/07/2010

El gobierno de la Generalitat ha aprobado hoy la creación del Instituto Escuela Costa y Llobera. Con esta aprobación el centro ha obtenido, dentro del nuevo marco de la Ley de Educación de Catalunya, su reconocimiento como instituto escuela, el modelo integrado con el que ha estado funcionando desde que nació, hace más de 50 años.

Con motivo de este reconocimiento, la dirección del centro ha escrito las palabras que se encuentran a continuación.

Un momento que es todo un símbolo

El periplo seguido por la Escuela Costa y Llobera desde sus orígenes hasta acontecer Instituto escuela, describe la evolución de una estructura escolar que se ha desarrollado unas veces por iniciativa propia y otras por condicionantes externos.

Si bien la Escuela Costa y Llobera nació hace cincuenta y dos años como un centro privado de bachillerato, bien pronto se dotó de primaria y, unos años más tarde, se inició el parvulario.

De una forma natural la escuela había completado aquel ciclo 3-17 que dejaba al alumnado de COU la posibilidad de abrirse a otras experiencias escolares antes de acceder en la Universidad.

No obstante, con el paso del tiempo, solo los más antiguos recuerdan una Escuela Costa y Llobera “de etapas en construcción” y la conciencia del profesorado y las familias actuales es la de una escuela integrada 3-18.

La experiencia de esta evolución no va separada de las condiciones físicas que los proporcionaban los diferentes edificios. llegaron a funcionar hasta tres simultáneamente, en torres y locales adaptados, con equipos docentes físicamente separados y con sus particulares rutinas y talantes, pero unidos por la idea común de compartir proyecto educativo. Esta es una lección que nos enseñaron los “antiguos”: hacer escuela integrada a partir de edificios diferentes y distantes el uno del otro.

La reunión de todas las actividades bajo el mismo techo en el edificio de Can Caralleu (1978) tenía que facilitar las cosas desde el punto de vista de escuela integrada, cuando menos a nivel de convivencia permanente en el mismo edificio. La integración de fondo continuó: un proyecto educativo, un claustro y un equipo directivo comunes, una estructura docente de ciclos, departamentos y comisiones diversas, transversalmente participadas, una AMPA común, y una vida escolar en la que se mezclaba alumnado de edades diferentes en actas sociales, festivos, de acompañamiento de los grandes a los pequeños, etc.

El paso a formar parte de la Escuela Pública como consecuencia de la “ley del CEPEPC” (1989) se hizo de una forma bastante insólita y traumática por las escuelas que teníamos otras etapas educativas además de la primaria. Al profesorado de la etapa de secundaria simplemente se le otorgaba la interinatge mientras no hiciera oposiciones libres, lo cual probablemente lo obligaría a cambiar de centro una vez superadas. Además, la continuidad del modelo de centro integrado se fiaba a la apertura de vías experimentales.

Y así fue. A secundaria seguimos haciendo escuela, manteniendo provisionalmente todo el tiempo que se pudo, un profesorado sólidamente consolidado en el centro, que acontecía interino por ley, y con los nuevos propietarios de las plazas que salían a concurso. La plantilla de infantil y primaria no había tenido otros cambios que los referidos a la voluntad de los maestros al continuar o no en el centro y la superación de unas pruebas específicas de acceso.

Segunda lección que tuvimos que aprender: tener la capacidad de reunir bajo un mismo proyecto profesorado procedente de realidades y formas de funcionamiento muy diferentes a la de un centro integrado.

Desde el primer momento de acontecer pública, la Escuela Costa y Llobera quedó administrativamente separada en un centro de infantil y primaria y una extensión del Instituto Joan Boscà, hasta que se dio un código de registro propio y funcionamos como un IES y un CEIP (1991). No obstante, la escuela- a todos los otros efectos- continuó funcionando como un centro integrado de una forma querida por nosotros y consentida por la administración y, con la LOGSE, se amplió la secundaria hasta los 18 años.

La declaración de la escuela como Centro Experimental de Régimen Especial (1995) ultra impulsar un programa pedagógico en colaboración con la Facultad de Ciencias de la Educación de la UAB, supuso un afermament administrativo en cuanto al reconocimiento como escuela integrada. Después vinieron los Planes Estratégicos (2000) , y el actual Plan de Autonomía de Centro (2006), en los que se reconocía implícitamente el funcionamiento conjunto de la escuela.

La Ley de Educación de Catalunya ha venido a confirmar aquello que la Escuela Costa y Llobera siempre ha estado, y nos sentimos felices por dos razones: una por nuestro propio interés y la otra por la convicción de que los Institutos escuela tienen que aportar una mejora de la coherencia pedagógica primaria- secundaria, un enriquecimiento de los equipos docentes y un seguimiento más continuado del trabajo con las familias. La creación del nuevo modelo, en nuestro caso, ratifica una forma de hacer escuela y sentimos reconocido nuestro proyecto histórico que, con las adaptaciones necesarias, ha acontecido un modelo actual lleno de oportunidades que estimula la tarea permanente de cohesión e integración de edades, métodos y perfiles profesionales en un mismo proyecto educativo.

Instituto Escuela Costa y Llobera
Julio de 2010

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